martes, 26 de junio de 2012

Día 3: Un nuevo hogar



¿Dónde estoy? Mis hermanos están cerca, lo sé, pero soy incapaz de saber dónde. Estoy solo… solo con el ser que me alejó de mi madre.
- Grrrr -estoy muy enfadado y esa cosa debe saberlo-.
- Tranquilo, Viento Gris, no te voy a hacer daño.
¿Qué dice? Debería aprender a hablar. No se le entiende nada… aunque no parece amenazarme.
Se ha ido. Bien, ahora sí que estoy completamente solo. ¿Cuánto tiempo llevo sin comer? Tengo muchísima hambre.
Algo se acerca, tendré que estar alerta.
- Viento Gris, ¿quieres comer algo?
Otra vez el mismo ser que antes. ¿Es tan estúpido que es incapaz de darse cuenta de que no le entiendo?
¡Pero sí que soy capaz de oler la comida!
- Wraf, wraf.
- Tienes hambre, ¿eh, pequeño? Toma, anda.
Comida. Comida. Comida. Comida. Ya no hay comida. Quiero más. ¿Por qué no me da más? Si le miro directamente a lo mejor se entera… será bobo.
Nada, que no me lo da y, además, espera algo de mí. Pues paso de él. Me vuelvo a dormir, que es más interesante y puedo sentirme cerca de mamá otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario